VUELTA A LAS ANDADAS

En esta ocasión podemos hacer caso del refranero español y, acudiendo a uno de sus dichos decir que "la cabra tira al monte" justificando así la conducta del Presidente-Traidor.

Ayer, volviendo a hacer uso de las reuniones "discretas" se citó con Ibarreche para tratar de la situación en que se encuentra este falso proceso de paz. Durante dos horas estuvieron hablando de ese super-pacto que el Gobierno pretende impulsar con los que él considera aptos para acabar con el falso conflicto, de los instrumentos que deben ser utilizados y del consenso necesario para lograr sus fines.

Supongo que el presidente vasco expondría sus objetivos, que son los mismos que pretende obtener la banda terrorista pero usando otros métodos. El Traidor, haciendo gala de su cursilería habitual, le explicaría eso de la generosidad y de que primero es la paz y luego la política.

El resultado no puede ser más desolador: el presidente del Gobierno de España acuerda con el presidente de una Comunidad Autónoma, quien pretende alcanzar la independencia de la misma acabando así con la unidad de la nación y con el sistema constitucional, cómo superar lo que llaman el conflicto con una banda asesina a través del diálogo. Por lo vsito, único método al que son capaces de acudir los que no pretenden la desaparición de los terroristas sino su conversión en fuerza política.

Catastrófico. Alucinante. En su carrera por ganar tiempo, este Gobierno pretende convencer a los españoles de que el único medio para la paz es la negociación y, por tanto, la rendición. No importan las bombas, no importan los muertos, no importa la libertad, no importan los valores. El objetivo primordial es la paz y los medios para conseguirla son lo menos relevante.

Incluso, para amenizar el acuerdo, hacerlo más entretenido y distraer al personal, contaron con la actuación del bufón particular del Presidente-Traidor y, anchoas incluídas, el presidente de Cantabria no pudo resistirse a representar su numerito de siempre. Increíble.