POR UNA MUERTE DIGNA

Como todos sabéis, estamos a un paso de ver en la calle a uno de los más sanguinarios asesinos etarras, de Juana Chaos está a punto de conseguir su propósito y tras chantajear al Estado de Derecho con una huelga de hambre, su salud se ha deteriorado hasta tal extremo que, a pesar de que no peligra su vida de forma inmediata, los jueces pueden decidir que su situación penitenciaria se atenúe por motivos humanitarios.

El terrorista en cuestión es el autor de 25 asesinatos, fue condenado a más de 3.000 años de cárcel y, cuando había cumplido 18, casi es liberado por aquello de la redención de penas y los beneficios penitenciarios en aplicación de un Código Penal que beneficia al delincuente frente a sus víctimas. Entones se le juzgó de nuevo por un delito de amenazas y fue condenado a 12 años más, pena que se supone está cumpliendo en la actualidad.

Tras llevar a cabo una primera huelga de hambre para denunciar, según él, que iba a ser condenado injustamente y que lo único que reclamaba era su derecho a la libertad de expresión, el terrorista desistió de su actitud a la espera de la sentencia. Sentencia que recordemos se produjo tras una bajada de pantalones del Ministerio Fiscal que rebajó considerablemente su petición inicial. Una vez dictada dicha sentencia, al asesino no le agradó y volvió a su hambruna voluntaria, esta vez no sabemos si con pan de molde, jamón de york y miel o a palo seco.

El otrora asesino implacable que no merecía ningún reconocimiento porque no se arrepentía de sus actos ni había pedido perdón a las víctimas ha pasado a convertirse en un ser humano que, con su posible muerte en la cárcel, puede llegar a ser un mártir de la causa etarra. Para muchos traidores es lógico sentar el precedente de que cualquier preso puede chantajear al Estado poniendo en serio riesgo su salud para así obtener lo que se proponen.

Desde aquí yo pido a esos jueces que respeten la voluntad de de Juana Chaos, que no impidan que logre sus propósitos y si su voluntad es la de morir de hambre, dejen que cumpla con ese deseo. La causa etarra anda necesitada de héroes, ya son demasiados los integrantes de la banda terrorista que se distinguen por su cobardía, por matar a sangre fría por la espalda, por colocar bombas sin que peligre su integridad física en absoluto. El alboroto sólo durará unos días y, por una vez, las personas de bien respiraremos aliviadas. Una alimaña menos en nuestras vidas.

Por favor, por humanidad, para que de Juana Chaos vea su voluntad cumplida: dejadle que muera de hambre en la cárcel. Y ya se sabe, el muerto al hoyo y el vivo al bollo.