LAS HAY MEJORES

Cuando a uno le pillan lo más sorprendente son las escusas que es capaz de inventar, sólo hay que escuchar las historias que tratan de colarnos los niños o los conductores para evitar ser castigados como ejemplos claros de hasta dónde puede llegar la capacidad de invención.

Lo malo de estos casos es que, digas lo que digas, no te libra nadie del castigo porque la infracción salta a la vista y lo peor es cuando el que inventa la escusa correspondiente al caso no tiene el ingenio ni la preparacion intelectual suficiente para salir airoso del trance.

Esto es lo que le ha sucedido a Jordi Sevilla cuando ha pretendido justificar el viaje de su jefe (suegra incluída) a Londres. Dice este ministro que el presidente tiene un estatus superior y por razón de su cargo dispone de medios para su uso que, de otro modo, no tendría y añade eso tan sabido de que todos los presidentes lo hacen o lo han hecho (aunque sea completamente falso y no dé ni un ejemplo concreto de que algo similar sucediera en otros casos). Ciero es que, desgraciadamente, el Traidor goza de una posición privilegiada y precisamente por esO debe dar ejemplo y no abusar de los medios públicos para un uso estrictamente particular, más aún, después de haber predicado la austeridad y su condición de humilde ciudadano de clase media.

Bastante escandaloso resulta ya que en sus vacaciones de verano desplace inncesariamente al personal de cocina de Moncloa para que las comidas estén al gusto del Traidor y su familia para que a ello se sumen escapaditas de fin de semana para comprar en las rebajas londinenses (única muestra de austeridad, al menos va de rebajas como hacemos casi todos), sin olvidar las reformas de la piscina monclovita y de la residencia veraniega para adaptarlas a las exigencias de un clan que tiene gustos y aficiones que no podemos permitirnos otros integrantes de esa sufrida clase media a la que dice pertenecer el Traidor.

Desde luego, he escuchado escusas mejores que la ofrecida por Sevilla pero la indigencia intelectual de este mísero gobierno no tiene límite y cada día nos ofrece ejemplos de ello.