DIALOGUEMOS

Como no podía ser de otra forma, Rodríguez ha aprovechado su discurso en un acto en Baracaldo para anunciar la disposición de su gobierno para negociar con los terroristas, una vez verificado que el anuncio de alto el fuego decretado por E.T.A. es real, y si no, ya se encaragaría él de que lo fuese. Basta con poner al comisario Ruíz (el de las detenciones ilegales) al frente de las tareas de constatación para que aparezca hasta una foto de los etarras alfombrando el camino a La Moncloa o al batzoki más cercano con flores.

Muy bien, pues dialoguemos: aceptamos la autodeterminación del País Vasco, la anexión de Navarra, la amnistía para los presos y todo lo que Otegui nos diga, que para eso es quien ha inventado el juego y si no se enfada y se marcha a su casa, eso sí, antes ya saben sus amigos lo que deben seguir haciendo: asesinar, extorsionar y secuestrar. Ante tan terrible amenaza del proetarra, hace pocos días sólo lo insinuó y a Rodríguez se le descompuso el talante, no queda otro remedio que aceptar las condiciones porque nada es más importante que la PAZ, ya se encargará D. Jesús y demás colaboradores de vender luego la burra como se merece.

¿Cómo podremos agradecer a este gran hombre de Estado que tenemos por presidente del gobierno tanta dedicación, tanto esfuerzo y sacrificio para conseguir la PAZ? Incluso, ha pensado en las víctimas a las que piensa reconocer citandolas en el Preámbulo de una posible nueva Constitución (supongo que será la que reconozca el fin de lo que antes conocíamos como España) ¡Qué generosidad! Imagino que en este diálogo, cargado de buenas intenciones, no se le ocurrirá mencionar de nuevo a su abuelo no sea que Otegui se lo tome a mal y ya se sabe que el terrorista no tiene mucha paciencia.

Rodríguez deberá tragar, aguantar y aceptar hasta pulpo como animal de compañía. Sus amigos ya lo disfrazarán y todo será por conseguir la tan ansiada PAZ. Todo perfecto, excepto que todavía resiste un grupo (gracias a Dios, bastante numeroso) de españoles que no estamos dispuestos a consentirlo y que volveremos a salir a la calle para demostrarlo, aunque Rodríguez no nos escuche porque estará liado dialogando de política con sus nuevos amigos.