INCREÍBLE PERO CIERTO

La verdad es que cuando pensé en todas las cosas malas que se nos venían encima aquel triste y luctuoso día en el que el ¿PSOE? ganaba las últimas elecciones generales (con todas las circunstancias ya conocidas y comentadas) no pensé en tanta miseria, tanto desastre ni, por supuesto, imaginé que asistiríamos a la liquidación de España.

Realmente pensé en el desastre económico pero, a pesar de los repetidos intentos y de la ineptitud de los que nos desgobiernan, parece ser que el PP lo hizo "demasiado" bien y la situación resiste. Pense en la corrupción, que no ha tardado en llegar, en el sectarismo que empapa a esta clase de gente, en la mentira, en la manipulación. Pero no imaginé que se negociaría, se negociaba y se seguirá negociando con terroristas, mejor dicho, que se cedería ante las exigencias de los asesinos.

Nada más lejos de la realidad, el ¿PSOE? había allanado su llegada al poder, aparecía como moderado y conciliador, se enorgullecía de impulsar el Pacto por las Libertades, apoyaba la Ley de Partidos y, a la vez, no olvidaba a sus bases más radicales con su postura carroñera en asuntos como el hundimiento del Prestige o el accidente del Yak-42 pasando por la famosa Guerra de Iraq. La llegada al Gobierno era un proceso a largo plazo, se elaboró un programa electoral imposible de cumplir, se contactaba con Batasuna y se pactaba con nacionalistas radicales (quienes ¡oh, casualidad! también andaban enredados en negociaciones con etarras) cuyo único objetivo es el fin de España y de la solidaridad entre sus regiones. Pero alguien tuvo demasiada prisa y a todos nos arrebataron 192 vidas y muchas más ilusiones para que ese proyecto se hiciera realidad cuanto antes.

Dos años después de aquéllo, todo encaja a la perfección. La incapacidad para gobernar les ha llevado a romper el pacto constuitucional, a mantener sus alianzas con los independentistas más radicales (incluídos los asesinos etarras), a tratar de liquidar toda posible oposición, a enfrentar y a provocar a todos los que no siguen sus consignas de una manera descarada.

Todo ello con una facilidad increíble para afirmar una cosa mientras hacen lo contrario, presumen de lealtad con el anterior Gobierno en la lucha antiterrorista mientras se sentaban en la mesa con los batasunos, alardean de no haber negociado con los etarras mientras se han hecho, se hacen y se harán continuas concesiones a los sanguinarios asesinos para seguir conservando el poder a costa de votos manchados de sangre (rastrera y peligrosa costumbre la que han adquirido). Unos dicen defender a las víctimas y otros las atacan y menosprecian, unos dicen confiar en la acción de la justicia y defienden su independencia y otros la apuñalan por la espalda, unos hablan de la unidad de España y del respeto a su Constitución y TODOS votan su liquidación encarnada en el Estatuto catalán.

De verdad, nunca creí que el ¿PSOE? fuera capaz de tanta traición, tanta infamia, tanta deslealtad. Sé que antecedentes no le faltan pero, por lo visto, aún soy una persona con buena voluntad aunque, a este paso, me la están quitando a pasos agigantados.