SONRÍAN, SONRÍAN

Le ha faltado tiempo a la máquina de calumniar que posee el SOE y a la que llaman Rubalcaba (o Rubalcabra o Rub-al-Caba u otras variantes) para salir a atacar a los diputados, militantes, simpatizantes y votantes populares con la tan trabajada y sudada tregua etarra. Nos dice que sonriamos y quitemos esa cara de pena que nos ha producido esta buena noticia con la que nos premian los terroristas, gracias al trabajo inestimable de claudicación y arrastramiento moral llevado a cabo por sus compañeros en el gobierno.

Me asombra la capacidad que tienen estos sociatas de celebrar y congratularse con las más diversas situaciones, así hubo quien brindó (como Elorza ahora) cuando se fueron sabiendo los detalles que les beneficiaban electoralmente, minuciosamente preparados como hemos sabido después, de los sangrientos atentados del 11-M y los que celebran animosamente la aprobación del Estatuto catalán que supone el principio del fin de España. ¡Qué le vamos a hacer! A estas alturas y aunque reescriban la Historia, utilicen la mentira y la difundan con profusión de medios somos muchos los que sabemos a quién nos estamos enfrentando.

Pues sí, Alfredito, es para mearse de risa. Después de que el gobierno haya estado mintiendo durante dos años a los españoles negando unas negociaciones que sí se estaban produciendo con los asesinos, después de que los terroristas hayan obtenido importantes cesiones, después de certificar que (una vez alcanzado el poder) ya no hay sociata que quiera saber la verdad y prefiere vivir en la patraña que le habéis proporcionado, después de ver cómo desmantelasteis el pacto anti-terrorista que hizo a E.T.A. más débil que nunca (quizá como en el caso del PNV y el pacto de Estella, para devolverle algún que otro favor) no paro de reírme, es más, me desternillo, me parto, no puedo más.

Tenemos un gobierno al servicio de una banda terrorista a la que, por lo visto, le debe mucho y todavía hay quien no ve razones para sonreír. Asombroso, realmente asombroso.