EL NUMERITO

Todas a la vez, las diputadas progres abandonaron el hemiciclo porque se han sentido ofendidas ante la pregunta que Eduardo Zaplana le hace a la vice-arruga. No se le ocurre mejor cosa al diputado popular que aludir a los disfraces lucidos por la señora en su periplo africano e instarla a que, de una vez por todas, ejerza sus funciones y conteste a lo que se le pregunta, a lo que de verdad nos interesa a todos.
¡Qué ofensa más atroz! ¡Maledicente, machista! El Sr. Zaplana no tiene ni gota de sensiblidad y no sabe tratar a las mujeres. ¡Qué falta de tacto! Ellas que sólo buscan la igualdad; ellas que no quieren destacar por sus méritos y por eso suplican una cuota de poder que les permita acceder a puestos que, por su capacidad, no ostentarían ni en sueños; ellas han sido gravemente ofendidas.
Creo que no hay muchas formas más de hacer tanto el ridículo. Eso sí, aludir a los trajes, corbatas y maneras de miembros de la oposición es para ellas una observación propia del mejor estilista; las descalificaciones a mujeres como Esperanza Aguirre o Ana Palacio un ejercicio de la libertad de expresión que afecta a todos por igual; la ablación que sufren mujeres, casi niñas, en los países visitados recientemente por la vice-vogue sin que ella dijera nada al respecto, una práctica cultural y la discriminación que sufren las mujeres islámicas un pequeño inconveniente que se arregla con la memez de la Alianza de Civilizaciones. ¡Venga ya!
Por mi parte, como mujer, como española y como contribuyente que paga sus impuestos exijo a la señora vice-algo que se vista como miembro de este miserable gobierno y, si es capaz, conteste a lo que nos importa, que deje de insultar y de escudarse en su condición de mujer para aparecer como víctima de nada. Este numerito no hay quien se lo crea, lo que deben hacer las diputadas es trabajar y asumir su responsabilidad que para eso cobran un sueldo y, por cierto, espero que les descuenten el día a las protagonistas de esta ridícula "espantá" porque ayer no se molestaron ni en disimular y se notó que no se ganaron lo que les pagamos.