DOS AÑOS DESPUÉS

Se cumplen dos años del mayor atentado terrorista sufrido nunca en la Historia de España, dos años en los que casi todo son dudas, sombras y misterios; dos años en los que, en lugar de ir aclarando los hechos, se han complicado las tramas; dos años en los que, a pesar de que Rodríguez y su banda (los grandes beneficiados de aquella tragedia) tienen claro lo que sucedió aunque no nos lo hayan explicado, cada vez es todo más oscuro y siniestro.

Descartada de plano la autoría, colaboración o mínima participación en los atentados de los terroristas etarras son muchos los indicios que nos llevan a establecer conexiones entre esos islamistas tan poco radicales y la banda criminal E.T.A.: caravanas con explosivos que emprenden sendos viajes el mismo día, números de teléfonos de etarras que aparecen en los bolsillos de uno de esos llamados terroristas islamistas, otros contactos y amistades varias entre ambos grupos de asesinos, dinamita que se comparte. Demasiadas casualidades.

Pero el gobierno que padecemos decició, ya antes de ganar las elecciones, exculpar a los asesinos etarras de cualquier responsabilidad en la masacre y, por motivos y cálculos meramente electorales y calibrando las posibilidades que esto les daba de alcanzar el poder, puso en manos de E.T.A. su destino y credibilidad. ¡Así nos va en lo que ahora llaman política antiterrorista! Si no merecíamos un gobierno que nos mintiera, ¿por qué lo debemos soportar?

A todo esto hay que sumar lo que hemos ido conociendo después, entre otras cosas, la implicación de miembros del partido socialista con algunos de esos islamistas, ¿sospechoso, no?

Después de que todas las pistas (falsas o no) llevasen a la detención de presuntos terroristas radicales islamistas, tras el cierre en falso de una comisión de investigación en el Congreso cuyo único fin era la criminalización del anterior Gobierno, después de todos los datos que vamos conociendo gracias a la labor de un grupo de periodistas y no por el empeño de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, quedan en pie muchos interrogantes y, sobre todos ellos, el fundamental y más importante: ¿quién ha sido?

Si Rodríguez lo tiene tan claro, que nos lo explique a todos los españoles ya.