CRÓNICA DE UNA TRAICIÓN

Con premeditación y alevosía, con la mentira y la manipulación como instrumentos, la historia de Rodríguez al frente del gobierno de España es la historia de las traiciones, entre otras, a la unidad de España.
En su huida hacia adelante, una vez instalado al frente del gobierno con un programa electoral imposible de cumplir y que, por eso, se apresuraron a hacerlo desaparecer, su única oportunidad de permanecer en el poder es cambiar el modelo de Estado aniquilando a la oposición. Buscó a sus principales aliados entre los enemigos más destacados de España con los que pacta a escondidas a pesar de proclamar su deseo de trasparencia y de incentivar la participación ciudadana.
Así, tenemos como resultado el proyecto de Estatuto para Cataluña. Un proyecto apadrinado por E.T.A. e impulsado por Rodríguez que proclama la exixtencia de Cataluña como nación y, como tal, le asigna fiestas, himno y bandera nacionales. Un proyecto que atenaza la libertad de los catalanes imponiendo, entre otras cosas, el idioma en el que deben expresarse, tutelando la educación de sus hijos, asfixiando a los no-nacionalistas y proclamando el nacimiento de una nueva nación que asigna derechos y deberes distintos a los que disfrutamos el resto de los españoles. Un proyecto, en fin, que rompe el principio de igualdad, que legisla las relaciones entre Cataluña y España asignando a la primera competencias exclusivas y excluyentes. Un proyecto, además, que debemos pagar todos y que debe salir adelante "como sea" y con las "opas" que sean necesarias para hacerlo efectivo y garantizar su financiación.
Es la gran traición perpretada contra España desde su gobierno y, el hecho de que los que juraron o prometieron defender su unidad sean los artífices de su desintegración es lo que la presenta con una gravedad nunca vista. Los paños calientes, el "no pasa nada", las declaraciones que restan importacia al peligro de desintegración de España son sólo eso: palabras, mentiras. Pero, desgraciadamente, los hechos nos llevarán a afirmar lo contrario y la Historia juzgará y condenará a Rodríguez como el gran traidor. Se lo ha ganado a pulso.