¡QUE ESPECTACULO!

Estoy convencida de que cada uno es responsable de sus aciertos y de sus errores, no se debe culpar ni a asesores ni a consejeros. Al final, cada persona es la que debe tomar sus decisiones y responsabilizarse de las consecuencias. Por eso y porque los españoles no merecemos, en general, tanta infamia, observo con estupor cómo presidente, ministros y demás panda se desenvuelven y hacen el más absoluto de los ridículos guiados por un sectarismo que no conoce límites.
Primero fue Rodríguez quien decidió no acudir al congreso sobre víctimas del terrorismo aduciendo problemas de agenda. Luego se disculpó por ello y se demostró que mentía porque la agenda del presidente es de todo menos apretada. Debe de ser bochornoso tratar de engañar a los españoles diciendo que no hay cambios en la política antiterrorista y no ser capaz de mirar a las víctimas a los ojos ¿por qué no puedes hacerlo, Rodríguez? Bueno, al menos puedo pensar que es porque le queda un mínimo de vergüenza, aunque no dudo que la perderá pronto.
Después la vice-vogue, hablando de una paz sin vencedores ni vencidos y ahora negándolo. No, no, Mari Tere, ya no vale. Se te vio el plumaje y, por mucho que lo intentes, no lo vamos a olvidar, no estamos dispuestos a permitir que los terroristas empaten este partido.
Finalmente, la actuación coral en la famosa O.P.A. a Endesa. ¡Fantástico! Herman Monster Moraleda descompuesto, Rodríguez asombrado, Solbes desaparecido y Montilla acojonado (¿quizá tenga que devolver los 1.000 kilos del crédito a La Caixa?). Llamadas que se suceden, toques de atención, apelaciones a la españolidad de las empresas (¿no habíamos quedado, Rodríguez, en que eso de la nación es un término discutible?), advertencias, descalificaciones, acusaciones al PP que, como siempre, tiene la culpa de todo.
Vamos, para echar a correr si no fuera porque, como escribió mi admirado Jaime Campmany, "es grande España, se permite unos lujos"...