EL BOTÓN ROJO

A propósito del desastre ocurrido en la nueva terminal del Aeropuerto de Madrid-Barajas (T-4 por más señas ¡qué cosas reportera de la 4!) escucho cómo trata de justificarlo la ministra del ramo, Maleni Alvarez, quien nos dice que se trata de un caso normal cuando uno llega a un nuevo puesto de trabajo y no sabe dónde están los bolígrafos ni para qué sirve el botón rojo, a pesar de que en este caso llevaban meses ensayando.
¡Es fantástico! Ya tenemos la explicación a la incompetencia gubernamental. La panda en cuestión aterrizó por accidente en un nuevo puesto que no merecían y estaban despistados. Lo malo es que, casi dos años después, han accionado el maldito botón rojo y las consecuencias son las que todos estamos viendo: rendición ante E.T.A. y desintegración de España. Eso sí, sin leer ni respetar las instrucciones.