EL FACHERÍO

Hay que ver la gran capacidad que tiene este gobierno para asumir las malas críticas. Piensan que es imposible la reprobación popular de su magnífica gestión, a pesar de que no se pueden hacer tantas cosas mal en tan poco tiempo: claudicación ante E.T.A., ridículo internacional, menosprecio de los católicos y de la familia, manipulación informativa, pésimas políticas hidráulica, educativa, agrícola, cultural, etc., hasta acabar con el intento (aún no conseguido) de desintegrar España. Por lo demás, todo esta divinamente y la gente los abuchea (¡increíble!).
Tenemos unos ministros que no merecemos. Bono se sacrifica y acude a una manifestación para apoyar a las víctimas del terrorismo y es increpado. ¡Qué barbaridad! El amor propio de este señor por los suelos. Menos mal que acudió a defenderlo el incomparable Constantino Méndez y procedió a detener a los “fachas” causantes de ese agravio. Después se pudo comprobar que Bono mentía y que las detenciones no respetaron las garantías mínimas que la ley exige, vamos que eran ilegales, pero se trata de simples minucias. Por su parte, la incomparable Mª Teresa Fernández de la Vogue va a Guadalajara a consolar a los familiares de las víctimas del terrible incendio que asoló este verano la provincia (por cierto, suceso que aún no ha sido aclarado) y, cosa sorprendente, es mal recibida. También para este caso tenemos la solución: multar a los culpables de semejante falta de tacto con la autoridad.
Finalmente, el incomparable zETAp es silbado y abucheado el día de la Fiesta Nacional, pero todo es obra del “facherío” de siempre y esto también ha ocurrido en otras ocasiones. Como siempre, mienten. El “facherío” del que hablan lo integramos la gente que, haciendo uso de nuestra libertad, les decimos que estamos hartos de este gobierno inútil, irresponsable y miserable. A pesar de sus descalificaciones no nos van a callar. Al menos esta vez no han detenido ni multado a nadie, de momento.