¿FUMO O NO?

Esa es la cuestión del momento y es que a mí se me plantea un terrible dilema personal por las razones que a continuación voy a detallar.
En lo que a mí respecta, me declaro no fumadora y no por convicción sino porque, a pesar de las distintas campañas para evitar que caigamos en esa tentación, yo intenté fumar y hasta llegué a comprar creo que dos cajetillas de tabaco pero me fue imposible. Me ahogaba, me lloraban los ojos, me mareaba y me sentía fatal.
El problema es que, gracias a la subida de impuestos sobre el tabaco (no aludo al alcohol porque no sufre las mismas campañas de acoso) trataremos de paliar la deuda sanitaria de las Comunidades Autónomas. Vamos a ver: ¿en qué quedamos? ¿Fumar es malo o no? Porque si es tan terrible y se desincentiva y hasta se criminaliza esa costumbre ¿de dónde se sacará el dinero que este Gobierno ha prometido si desciende el consumo del tabaco? Nos dicen que a la Seguridad Social le sale más caro el tratamiento de una persona que enferma a consecuencia de ese hábito, pero no todos los fumadores caen enfermos, es más, hay casos de personas con ese vicio que alcanzan con creces la vejez (Carrillo es uno de ellos, aunque aquí la maldad ayuda y mucho, ya se sabe que bicho malo…).
Así que había pensado, una vez expuesto todo lo anterior, seguir sin fumar y que el Gobierno no cuente conmigo para sus planes recaudatorios pero he oído que zETAp dice que dejar de fumar es de izquierdas y yo, una persona de derechas de toda la vida, me he quedado a cuadros, chafada, alucinada. Así que aquí estoy con un cigarro y un mechero en cada mano ¿lo enciendo o no?

Firmado

Ana_Gr